EL 28 DE JULIO: LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO.


El 28 de julio: la libertad guiando al pueblo.

1. IDENTIFICACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE
 LA OBRA: 

1.1 Nombre: El 28 de julio: la Libertad guiando al pueblo.
1.2 Autor: Eugenio Delacroix .
1.3 Localización: Museo del Louvre.
1.4 Estilo y época: Pintura del Romanticismo.
2. ANÁLISIS TÉCNICO DE LA OBRA:

2.1 Soporte:  Lienzo.
2.2 Técnicas: Óleo .
2.3 Tipología: Retrato.
2.4 Composición:  Se puede observar un esquema piramidal que tiene su vértice en la mujer, símbolo de la libertad que lleva otros símbolos de la revolución el gorro frigio  y la bandera tricolor, en uno de lo lados un moribundo en diagonal con los mismos colores de la bandera y en la base los muertos, que recuerdan la balsa de la Medusa, y los restos de la barricada.
2.5 Concepción espacial: Utiliza diferentes recursos la perspectiva aérea con los colores difuminados del fondo, la perspectiva geométrica con disminución de las figuras a medida que nos alejamos del primer plano y mediante una sucesión de escorzos como los del primer plano.
2.6 Líneas y contornos: El tratamiento de las figuras es realista. Ritmo o movimiento hacia adelante como corresponde con el movimiento revolucionario 
2.7 Colores: Los colores predominantes son el azul y rojo del moribundo que mira a la libertad  y de las polainas del muerto resaltan entre tonos apagados ocres y grises.

3. ANÁLISIS FORMAL DE LA OBRA: 

3.1 Tratamiento de la obra: 
La composición es abierta y tiene un eje central formado por los colores azules de la bandera, de la camisa del moribundo y de las polainas de los pies del muerto en la base del cuadro. Se pueden observar varios planos en un primer plano los caídos en la barricada, en un segundo plano los símbolos de la unión del pueblo: el burgués (posible autorretrato),el menestral, el niño con pistola; en un tercer plano el pueblo luchando y en el último plano difuminado la ciudad con la torre de Notre Dame.
Trasmite agitación, nerviosismo.         
3.2 Uso del color:
Predomina la mancha sobre el color. Las pinceladas muy sueltas y onduladas. Los colores azules parecen formar una línea recta imaginaria que forma un eje central.
3.3 Uso de la luz:
Procede del lado izquierdo iluminando especialmente al muerto del primer plano (camisa blanca), al moribundo (camisa azul), a la libertad en definitiva a los personajes que simbolizan la unión del pueblo, mientras que otros personajes quedan difuminados en el fondo vaporoso (se recortan las torres de Notre Dame).

4. INTERPRETACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN DE LA OBRA: 

Esta pintura muestra, de un modo alegórico, los sucesos revolucionarios acaecidos en la capital francesa durante los días 27, 28 y 29 de julio de 1830En ellos, el monarca Carlos X, perteneciente al reinado de los Borbones, restringió  ostensiblemente las libertades del pueblo francés en una conducta plena de autoritarismo, del que rápidamente derivó en un levantamiento por parte de las diferentes clases sociales de la época. La revuelta acabó finalmente con la expulsión del rey, y la consecuente victoria del pueblo francés, que, aunque no consiguió establecer una república, el nuevo rey que ocupó el trono, Luis Felipe de Orleans, fue algo más cercano con la burguesía.
En ese sentido, Delacroix, lo que ha querido representar en este lienzo, es la lucha de las diferentes clases unidas por la libertad, y para destacarlo, vemos como aparecen representantes de varias condiciones sociales, la burguesía, personificada en la figura que lleva chistera y empuñando un fusil entre sus manos, la clase obrera, con una camisa blanca y un sable en su mano derecha, el adolescente, empuñando dos pistolas, representa a los más jóvenes, simbolizando así, el futuro cambio, y la gran masa popularcon los brazos en alto, símbolo de la revolución,  en medio de la humareda que llena el fondo de la obra.

La “Libertad guiando al Pueblo” fue presentada en el Salón de 1831 y causó un mayúsculo escándalo, tanto por su temática dolorosa y violenta, como por su composición libre y colorista. La nueva monarquía de Luis Felipe relegó el cuadro al Musée Royal, del cual volvió a salir durante la revolución de 1848. En 1855 fue expuesto con gran éxito en la Exposición Universal, organizada por Napoleón III, luego pasó al Museo de Luxemburgo y desde 1874 se trasladó al Louvre.  

Como obra de arte y como documento de los sucesos de su época, es una obra más que notable. Es un ejemplo de primer orden de los ideales que hicieron del romanticismo y su vehemente intensidad un movimiento que abrazó el quehacer artístico con el manto de la emoción, de la cual todavía somos fieles testigos a pesar del tiempo y los sucesos que han hecho que pase tanta “agua debajo del puente” desde entonces.   

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