LA FAMILIA DE CARLOS IV
LA FAMILIA DE CARLOS IV
1. IDENTIFICACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE
LA OBRA:
1.1 Nombre: La familia de Carlos IV.
1.2 Autor: Goya.
1.3 Localización: Museo Nacional del Prado.
1.4 Estilo y época: Pintura del Romanticismo Español.
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| https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/74/La_familia_de_Carlos_IV%2C_por_Francisco_de_Goya.jpg |
2.1 Soporte: Lienzo.
2.2 Técnicas: Óleo .
2.3 Tipología: Retrato.
2.4 Composición: En principio, y aunque el cuadro parezca simétrico, no lo es. El centro de la composición lo crea el niño de rojo que junto al marco del cuadro crea una gran línea vertical que separa ambas partes. La izquierda es mayor que la derecha en una proporcionalidad conocida desde muy antiguo llamada número aúreo (número de oro), muy utilizado en el Renacimiento, Sobre este esquema general el propio tema genera un esquema bastante monótono, lleno de verticales formadas por las propias figuras con esto conseguirá una gran movilidad en un cuadro de personajes quietos.
2.5 Concepción espacial: En este punto Goya se encuentra con un grave problema. Tiene que meter demasiadas figuras en un espacio bastante pequeño, lo cual puede llegar a crear una sensación de asfixia en el espectador. Por eso necesita crear por medio de trucos más espacio, por una parte coloca en el fondo cuadros que abran una mayor perspectiva, sobre todo el de la derecha.
2.5 Concepción espacial: En este punto Goya se encuentra con un grave problema. Tiene que meter demasiadas figuras en un espacio bastante pequeño, lo cual puede llegar a crear una sensación de asfixia en el espectador. Por eso necesita crear por medio de trucos más espacio, por una parte coloca en el fondo cuadros que abran una mayor perspectiva, sobre todo el de la derecha.
Por otra juega a crear bandas horizontales de luz y sombra de forma consecutiva creando así como una serie de peldaños en donde el ojo se va parando, avanzando más lentamente hacia el fondo y dando una impresión de mayor espacio. Hay una gran similitud con Las Meninas de Velazquez.
2.6 Líneas y contornos: El pintor deja patentes,
sin idealización la personalidad de cada personaje, por lo que podemos
hablar de retrato psicológico.
2.7 Colores: Los colores predominantes son los cálidos, en especial los dorados (herencia de Tiziano). Sobre este fondo Goya anima el cuadro con estallidos de rojos.
3. ANÁLISIS FORMAL DE LA OBRA:
3. ANÁLISIS FORMAL DE LA OBRA:
3.1 Tratamiento de la obra:
Enfoque naturalista de la realidad. Goya casi nunca es neutral sino que desnuda al
retratado, opina sobre él, muestra su antipatía o simpatía por el personaje. Se le puede aplicar la denominación de pintor realista y a la vez fantástico, aunque
probablemente domina en el fondo el realismo y la fantasía es una postura para representar la realidad
3.2 Uso del color:
3.2 Uso del color:
Predomina el color frente al dibujo. Es una pintura de gran riqueza cromática con
pinceladas muy cortas pero ligeras.
3.3 Uso de la luz:
La luz, otro elemento destacado, cae en
diagonal sobre los cuerpos provocando destellos en las joyas, definiendo
calidades táctiles en los atuendos, creando
espacio y dando volumen a las figuras
4. INTERPRETACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN DE LA OBRA:
Como es evidente nos encontramos en la etapa más creativa de Goya, ya sordo y que ha iniciado un camino cada vez más subjetivo, ácido y crítico contra la realidad que le llevará hacia los Fusilamientos y más tarde a las pinturas Negras.
Atrás ya ha quedado su etapa rococó de los cartones para los tapices y ha eliminado los colores pastel, las poses aristocráticas, la luz suave o ese carácter aristocrático.
Este cambio, además de la propia evolución personal, se lo debe al estudio de la obra de Velázquez que se encontraba en palacio. Como hemos podido comprobar le debe mucho más a él que a otros pintores reales más cercanos en el tiempo, como Van Loo.
Llama especialmente (por su modernidad) la sinceridad de sus retratos que, aún siendo reyes, se muestran con todas sus debilidades, algo que Velázquez sólo se había atrevido a hacer en escasas ocasiones y sin la brutalidad de Goya, que se convierte ya no en un siervo más sino en una persona que da su propia visión del mundo, de alguna forma parecida a lo que hizo Rembrandt en sus últimos años.
Y es que con este cuadro la monarquía está perdiendo todo su carácter divino. Ya no son seres elegidos por la divinidad, sino simples hombres, más o menos abrumados por el papel que les ha tocado hacer en la historia y en la vida, bastante ridículo, por otra parte.
Como es evidente nos encontramos en la etapa más creativa de Goya, ya sordo y que ha iniciado un camino cada vez más subjetivo, ácido y crítico contra la realidad que le llevará hacia los Fusilamientos y más tarde a las pinturas Negras.
Atrás ya ha quedado su etapa rococó de los cartones para los tapices y ha eliminado los colores pastel, las poses aristocráticas, la luz suave o ese carácter aristocrático.
Este cambio, además de la propia evolución personal, se lo debe al estudio de la obra de Velázquez que se encontraba en palacio. Como hemos podido comprobar le debe mucho más a él que a otros pintores reales más cercanos en el tiempo, como Van Loo.
Llama especialmente (por su modernidad) la sinceridad de sus retratos que, aún siendo reyes, se muestran con todas sus debilidades, algo que Velázquez sólo se había atrevido a hacer en escasas ocasiones y sin la brutalidad de Goya, que se convierte ya no en un siervo más sino en una persona que da su propia visión del mundo, de alguna forma parecida a lo que hizo Rembrandt en sus últimos años.
Y es que con este cuadro la monarquía está perdiendo todo su carácter divino. Ya no son seres elegidos por la divinidad, sino simples hombres, más o menos abrumados por el papel que les ha tocado hacer en la historia y en la vida, bastante ridículo, por otra parte.
10.
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